El Gobierno nacional dispuso la modificación de la normativa que regula la exportación de granos, carnes y lácteos, y la simplificación del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA).
“Esta medida busca potenciar la industria agropecuaria, liberar al sector de trabas innecesarias y fortalecer la inserción internacional del campo argentino”, según informaron oficialmente.
A través de la Resolución 32/2024, el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, eliminó 5 requisitos en el registro a exportadores dentro del RUCA, que funcionaban como “una barrera injustificada al crecimiento del sector exportador”.
Esto abarca la exigencia del detalle de cuentas bancarias, movimientos bancarios de los últimos 6 meses y líneas de financiamiento.
Tampoco será ya necesario presentar un plan de trabajo proyectado para el próximo año, con detalle de mercadería a exportar, volúmenes, proveedores y destinos, como así también el detalle del personal en relación de dependencia y compañías aseguradoras de riesgo contratadas.
Por último, también se quitó la exigencia de presentar un último estado contable certificado y constancia de ingreso de divisas del último año.
“De esta manera, se impulsa el acceso a mercados internacionales para nuevos actores y se alinean las políticas de regulación con las necesidades actuales de los productores, exportadores e importadores, promoviendo un comercio exterior más eficiente y competitivo”, informó el Gobierno.
A su vez, el Ejecutivo nacional dispuso también la modernización del RUCA, facilitando el proceso de registro para los operadores de los rubros de carnes, granos y lácteos y eliminando por completo el registro para azucarero, frutihortícolas, lanero y yerbatero.
El RUCA incluye a todos los comerciantes agropecuarios de la cadena y actualmente contempla 108 actividades, cada una con una matrícula.
“Muchas de ellas fueron creadas en contextos económicos y productivos muy diferentes al actual y no responden a las necesidades presentes del sector”, indicaron.
Por eso, se eliminan 51 de las 108 actividades actuales, lo que supone una disminución del 47%. Esto significa que, en granos, de 46 actividades se eliminaron 7; en carnes de 28 se sacaron 12; en lácteos, de 13 se suprimieron 11. Mientras que de lanero (5), yerbatero (10), frutihortícola (1) y azucarero (5) se quitaron la totalidad.
Desde el Gobierno informaron que con estas medidas, que se suman a una serie de iniciativas, se busca “simplificar la normativa, desburocratizar el sector, favorecer una competencia leal y aumentar las exportaciones, a la vez que se mejora la eficiencia en el uso de los recursos del Estado y se generan menores costos administrativos para el sector privado”.
En ese sentido, recordaron que, con este objetivo, también se redujo la cantidad de presentaciones anuales ante el Sistema Integral de Simplificación Agrícola (SISA), se eliminó el fideicomiso del trigo y de los “volúmenes de equilibrio” en granos, se flexibilizaron los horarios de faena y se derogó el “Sistema de Información de Precios Bovinos”, entre otras medidas.
