“Eso Usaba mi Abuela” el taller de ropa vintage de diseño celebra quince años de innovación y vanguardia

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La moda es un arte que se entrelaza con historias únicas y creatividad desbordante. Junto a María Herrera, diseñadora y creadora de la marca “Eso Usaba mi Abuela”, nos sumergimos en su fascinante travesía desde las raíces en su infancia en La Banda, Santiago del Estero, hasta conquistar corazones de Europa.

Bandeña de corazón, María Herrera encontró su vocación en el arte desde temprana edad. Tras estudiar diseño gráfico y teatro en Córdoba, regresó a Santiago del Estero sin un rumbo claro. Los años 2000 la recibieron con incertidumbre, pero un giro inesperado la llevó al mundo de la moda.

La pregunta simple de aprender a tocar la guitarra, manejar o coser desencadenó un descubrimiento vital. María había heredado el amor por la costura de su abuela, quien había estudiado corte y confección. La vieja máquina de coser de su abuela se convirtió en el epicentro de su taller, donde nacieron los primeros sueños de “Eso Usaba mi Abuela”.

Vintage y retrospectiva: la esencia de “Malicha”

En su taller y showroom en el barrio San Martín, “Malicha”, como la conocen sus amigos, fusiona su amor por lo vintage con su creatividad. El espacio rebosa con muebles, adornos y decorados de épocas pasadas. Su estilo, tanto en la forma de vestir como de pensar, refleja una conexión profunda con el pasado, siempre con un toque de humor y estilo propio.

“Todo ya está hecho; solo creo que uno tiene que acomodarlo y ponerlo en el momento justo y en el lugar preciso para que sea un boom”, comparte María. Su visión única del diseño se traduce en piezas atemporales, desde remeras estampadas hasta elegantes vestidos, todos marcados por la autenticidad y versatilidad.

Arte en movimiento: prendas únicas y sin estandarizar

“Eso Usaba mi Abuela” se destaca por su sello de autenticidad. Cada prenda es única, moldeada por las manos y la visión de María. Desde la tienda online hasta su showroom, la marca abraza la diversidad de tallas, del S al XXL, asegurando que cada prenda se amolde al cuerpo de quien la use.

María no estandariza ni trabaja a escala. Cada año, presenta nuevas colecciones caracterizadas por estampados, flores y detalles de alta costura. La diseñadora afirma con orgullo: “No hago prendas que no me gustan”.

Del pasado al presente: 15 años de aprendizajes y reconocimientos

Quince años después de lanzar su marca en una feria local, María Herrera mira con satisfacción el camino recorrido. Sus diseños han desfilado en pasarelas nacionales, obteniendo reconocimientos incluso de la Cámara de Diputados. Sin embargo, su espíritu aventurero la impulsa a seguir creciendo.

Con la modernización en los modos de venta, “Malicha”, como la conocen sus amigos, expandió su alcance a través de la tienda online. Sus creaciones viajan desde La Banda hasta Ushuaia, y más allá de las fronteras, gracias a la venta a través de redes sociales.

Proyecciones a futuro: exportar su estilo y seguir creando comunidad

El desafío de la venta al exterior se vislumbra en el horizonte de María. Las prendas que empezaron en ferias locales conquistaron el corazón de viajeras francesas, llevando la marca a Europa. Aunque la exportación presenta desafíos, María encuentra formas creativas de hacer llegar sus creaciones a nuevos destinos, incluso a través de conocidos que viajan.

En el 2024, María Herrera sueña con expandir su catálogo, participar en más ferias y desfiles, y seguir creciendo con su marca. Su felicidad radica en el aprecio de la gente por sus creaciones, y reconoce que “la identidad de mi marca soy yo”. La comunidad que ha construido alrededor de su emprendimiento, “un grupo humano y hermoso”, otros emprendedores, demuestra que el compañerismo es la clave para salir adelante.

Así, “Eso Usaba mi Abuela” no solo es una marca de ropa, sino una expresión artística, un viaje nostálgico y un testimonio de la perseverancia y la creatividad que definen a María Herrera y su emprendimiento vintage.

Por Lourdes Suarez Torres
Para Data Santiago

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