Gustavo Santaolalla promueve un proyecto de Inteligencia Artificial para rescatar instrumentos olvidados

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El reconocido músico, productor y compositor argentino, ganador de dos premios Óscar por sus excepcionales bandas sonoras originales en películas como “Brokeback Mountain” (2005) y “Babel” (2006), ha respaldado un proyecto pionero en España que utiliza la inteligencia artificial para recuperar instrumentos musicales en desuso.

Durante un emocionante taller llevado a cabo en la Escuela Universitaria de Artes TAI en Madrid, Santaolalla compartió su entusiasmo por fomentar la creatividad y la investigación a través de la utilización de diferentes instrumentos y sonidos, buscando alejarse de las producciones convencionales y dar lugar a una música auténtica y diferenciadora.

El proyecto, ideado por la escuela de arte, cuenta con la participación del afamado compositor, reconocido por su defensa de este tipo de avances tecnológicos. Gracias a la inteligencia artificial, están creando una base de sonidos colaborativa y sin fines de lucro, accesible para todos, que servirá como un legado histórico para futuras generaciones. Esta colección permitirá a los músicos experimentar con sonidos crudos y procesados, proporcionando una paleta de texturas y colores nunca antes explorados.

Un aspecto relevante de esta iniciativa es la preservación de instrumentos musicales en riesgo de extinción, una problemática que ha sido reconocida por la UNESCO desde 1981. Hasta el momento, se han incorporado nueve de estos instrumentos a la base de datos, donde se describen sus características, sonidos y cómo han sido utilizados en composiciones musicales. Esta labor busca abrir nuevas vías de exploración y romper con la tendencia de generalización y copia.

Entre los instrumentos rescatados se encuentran la ocarina jaguar utilizada por los mayas, la vasija silbadora búho de agua, empleada por las culturas nazca, vicus y mochica, y la flauta sin agujeros pincullo, usada por los indígenas amazónicos. Además, el proyecto incluye una pequeña gaita de los pastores de Turquía, una verdadera maravilla de resonancia física y natural, que ha dejado a Santaolalla impresionado en esta era tecnológica donde la producción de sonidos en estudio puede imitar prácticamente cualquier sonido.

El entusiasmo del músico argentino por este proyecto es evidente, y él mismo reconoce que también ha aprendido mucho en el proceso. Agradecido por una iniciativa que fomenta la creatividad y el espíritu investigador, Santaolalla ha tenido la oportunidad de entrar en contacto con más instrumentos raros, como el krin, conocido como el “primer teléfono” debido a su capacidad para establecer comunicación a largas distancias, y el rabel, un violín utilizado por los pastores trashumantes de España. Su participación en este proyecto es un claro ejemplo de cómo la tecnología y la creatividad pueden trabajar juntas para preservar y revivir la riqueza musical de nuestro pasado.

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