La modernidad propone problemáticas que competen a todas las áreas de la producción y el consumo. En este contexto, los diseñadores de indumentaria tienen un desafío particular: inmersos en un mundo en constante cambio (el de la moda) pero sin estar exentos de particularidades que incluyen al sector como área productiva.
Uno de ellos, quizás el más complejo, es conseguir un producto a través de medios sustentables sin perder la rentabilidad del emprendimiento y sumando al producto terminado valores agregados como una estética original, genuina y personal.
Juana Vannana es la creación de Verónica Gauna, una diseñadora de indumentaria que dio inicio al sello como el marco para sus productos de joyería textil, con la premisa de diferenciar sus productos por el material utilizado, pero también por la técnica. La elegida fue el origami, ancestral arte oriental para obtener figuras a través del plegado del papel (o en este caso, la tela) lo cual demanda un proceso artesanal sobre el textil para que logre ser trabajado como si de un papel se tratara.
“Ese fue el punto de partida en el año 2013. Tres años después me otorgan el sello del Buen Diseño Argentino, una distinción del Ministerio de Producción de la Nación para aquellas marcas que se distinguen por lo innovador y la manera de trabajar. Con ese impulso, ese mismo año decidí incorporar una línea de indumentaria, siempre pensando en utilizar un material versátil, que en un primer momento fue el jean y desde ese entonces, se fue evolucionando hasta encontrar una identidad, lo cual me dio más trabajo que con la joyería. Finalmente decidí que la indumentaria deje de regirse por ciclos como primavera-verano u otoño-invierno, que implica que estés todo el tiempo produciendo, lo cual es insostenible, más teniendo en cuenta el clima de Santiago del Estero. Por eso Juana Vananna tiene una sola colección anual, seleccionando textiles que sean funcionales todo el año, con telas como el jean, la gabardina y la estrella de la marca que es el algodón natural”, relata Verónica a Data Santiago y explica que esta metodología “Implica por un lado una buena selección de telas y por otro lado qué diseños se pueden realizar para optimizar una prensa, adaptándola a estas dos temporadas -frío/calor- con un cambio de calzado o maquillaje. Algo versátil. Tengo la filosofía de moda lenta, que lo que se compra sea necesario y se pueda usar realmente”
Zero Waste: un concepto sustentable
Una filosofía que atraviesa diametralmente toda la producción de Juana Vananna es la de generar prendas Zero Waste, sustentables y amigables con el medio ambiente. Esto se refleja en una manera de trabajar que se vale de bloques geométricos “que se adaptan al ancho que tenga la tela, por lo tanto no genera desperdicios ni basura ni descartes”.
Actualmente, la marca además utiliza el algodón crudo como su textil insignia. “Se trata del algodón tal y como sale del capullo. Así es hilado y tejido sin pasar por procesos químicos previos que blanquean o tiñen el algodón. Al no pasar por esos procesos es más sano. Lo adquiero de una cooperativa chaqueña, reforzando así la economía regional, ya que son trabajadores que a la vez adquieren el algodón de pequeños productores de Chaco y Santiago. Al ser un comercio de cercanía, apuesto también en ese sentido a una prenda que tenga menos kilómetros de traslado, que en lo sostenible es muy representativo y es un aporte que si bien no es visible, es importante”.
Lo nuevo
El futuro se abre prometedor para el emprendimiento con la presentación de una flamante colección: Nueva Luz. “Se llama así porque buscamos generar una nueva mirada. Se trabaja con materiales alternativos y revalorizados, que se consideran descartes o basura, por ejemplo jeans, con prendas que son funcionales”.
La metodología es también una particularidad: los clientes pueden dejar sus prendas a cambio de un cupón de descuento. “Es una cadena de suprareciclaje para crear una prenda nueva a partir de una que ya no estaba siendo usada”, detalla Verónica.
Esta colección también contempla la realización de una nueva línea de joyería realizada con botellas de plástico. “Semanalmente cada persona utiliza al menos una botella, que termina en la basura y es un plástico que demora 200 años en descomponerse y degradarse” detalla la joven diseñadora reforzando así el concepto de la marca para producir prendas que además de reflejar sus ideas, arrastran una ideología de una profunda conciencia con la problemática medioambiental.
Juana Vannana se abre así a un futuro promisorio donde una nueva forma de ver, vivir y producir la moda de una manera más responsable es necesaria y posible.
