La sequía provoca el peor primer semestre en 12 años en la molienda de soja

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En medio de un desafiante panorama climático, la industria agroalimentaria ha enfrentado un severo revés en la molienda de soja durante el primer semestre del año. Según el Monitor Agroindustrial publicado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), la molienda de soja entre enero y junio alcanzó la alarmante cifra de 14,9 millones de toneladas, marcando su nivel más bajo en los últimos 12 años.

Esta noticia no solo indica una caída significativa con respecto al mismo período del año anterior, de alrededor de 5,1 millones de toneladas, sino que también revela un desplome de 7,1 millones de toneladas en comparación con el mismo lapso de tiempo en 2021. Estas cifras lamentables culminaron en junio con una molienda de tan solo 3 millones de toneladas, después de haber sido de 3,49 millones de toneladas en mayo.

La falta de materia prima para el complejo oleaginoso es una consecuencia directa de la sequía que afectó la cosecha de soja en la campaña 2022/23. Además, esta disminución en la producción impactó negativamente en la utilización de la capacidad instalada, la cual cayó de un 59% a un 51%.

No obstante, este no es el único efecto colateral de la situación. La producción de aceite y harina de soja también sufrió un declive, repercutiendo en la entrada de divisas. En el ámbito de las exportaciones, se registró una disminución en los embarques de poroto y subproductos, mientras que hubo una leve recuperación en los despachos de maíz.

El mes de junio fue testigo de una exportación de 376.558 toneladas de soja, una caída considerable en comparación con las 556.000 toneladas del mes anterior. En el caso de la harina de soja, la brecha es aún más evidente: mientras que en junio se exportaron 1,28 millones de toneladas, en mayo se comercializaron 2,1 millones. Si se compara con junio del año anterior, la diferencia es aún más pronunciada, con 2,6 millones de toneladas exportadas.

A pesar de esta situación desafiante en el sector oleaginoso, hay un destello de esperanza en el horizonte agrícola. El girasol ha mantenido cifras récord, a pesar de una ligera caída en la molienda durante el mes de junio, donde se procesaron 348.000 toneladas. Sin embargo, a lo largo del primer semestre del año, se alcanzaron 2,05 millones de toneladas procesadas, lo que representa el valor más alto en la última década.

En resumen, la sequía ha dejado una profunda huella en la molienda de soja y en la industria agroalimentaria en general, mientras que el girasol logra mantener una posición positiva en medio de estos desafíos climáticos. Las perspectivas para el sector agrícola en los próximos meses seguirán siendo un tema de gran interés y atención.

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