Reducen casi 5% la proyección de cosecha de maíz y girasol respecto de la semana anterior

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La proyección de cosecha de maíz se redujo en 2,5 millones de toneladas (4,42%) y la de girasol en 200 mil (5,26%), según informó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

Luego de una semana con abundantes lluvias en gran parte del centro y sur del área agrícola, la cosecha de maíz grano comercial cubre el 3,7% del total implantado, con un avance intersemanal de tan solo 0,5%.

En este contexto, la proyección de producción es de 54 millones de toneladas, 2,5 millones menos respecto a la estimación de la semana anterior.

El impacto de la ola de calor sufrida durante el mes de febrero en los planteos de fecha intermedia y tardía en el centro del área agrícola sumado a la creciente incidencia y severidad de Spiroplasma kunkelii (originado por chicharrita) en planteos tardíos del centro y norte del país no permitirán alcanzar la proyección de producción planteada hasta la semana pasada, según explicó el reporte.

En ese sentido, los principales recortes en la proyección de producción se ubican en el Centro-Norte de Santa Fe y en la provincia de Entre Ríos, explicados por la alta severidad de la enfermedad mencionada, y en el centro-oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa producto del estrés termo-hídrico sufrido durante febrero.

En cuanto al girasol, la estimación de cosecha cae a 3,6 millones de toneladas, es decir 200 mil menos que en la campaña anterior, y no se descartan futuros ajustes luego de que se evalúe el nivel de los daños provocados no solo por los recientes temporales de viento y granizo, sino también por el aumento de los registros de Phomopsis y otras enfermedades de fin de ciclo.

A su vez, el recorte marcó un progreso de 16,4% en la última semana, cubriendo a la fecha el 59,2 % del área apta para el ciclo 2023/24. Las labores se concentraron fundamentalmente en las regiones del sur del área agrícola durante los días previos a la llegada de las lluvias a este sector.

A partir de entonces, se ralentizó la entrada de las máquinas a los lotes y a la fecha se mantiene una demora interanual de 13,7%.

“Los rindes obtenidos en Buenos Aires y La Pampa arrojan resultados que van entre 8 y 35 quintales por hectárea, dependiendo del manejo, condiciones climáticas y adversidades que atravesó el cultivo a lo largo del ciclo, con promedios por debajo de los históricos”, describió el reporte.

Esto se explica fundamentalmente por el bajo peso de los granos en respuesta al estrés termo-hídrico sufrido durante los meses de enero y febrero mientras el cultivo transitaba etapas de diferenciación, formación y llenado de las estructuras reproductivas.

Por otro lado, mientras el 35,2% de la soja de primera transita desde madurez fisiológica, principalmente sobre ambos núcleos, el 73% de la oleaginosa de segunda se encuentra transitando su período crítico, bajo óptimas condiciones hídricas. Las últimas precipitaciones encuentran a los planteos de segunda sobre ambos núcleos con más del 50% de los lotes en llenado de grano.

El rinde promedio esperado semanal para soja de primera sobre ambos núcleos se posicionó en 40 quintales por hectárea, con picos de 45 sobre Isla Verde, Venado Tuerto, Rojas y Villa Cañas, según informaron los colaboradores de la entidad porteña.

Sobre el Norte de La Pampa – Oeste de Buenos Aires, donde el 18 % de la soja de primera se encuentra entrando en madurez fisiológica, el rendimiento promedio semanal se ubica en 31 quintales por hectárea.

“Colaboradores informan mermas en el rendimiento potencial por aborto de flores y vainas a causa de las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones de fines de enero y principios de febrero”, señaló el reporte.

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