María Valeria Paz, responsable técnica del INTA en el proyecto TRAMA VIVA y Red Nacional de Mujeres Algodoneras nos revela los secretos del trabajo en comunidad para la recuperación de saberes, el resguardo de semillas y con la visión de engrandecer la labor artesanal local.
En las tierras doradas de Santiago del Estero, un proyecto nacía entre manos expertas y el deseo de tejer historias con fibras puras. Era 2018, y el Proyecto Trama Viva, dedicado al cultivo artesanal de alimentos y algodón agroecológico, daba sus primeros pasos. María Valeria Paz, desde el Inta acompañó desde mucho antes a las maestras detrás del telar, y hoy nos cuenta cómo este sueño colectivo surgió y creció, a partir de la necesidad de obtener insumos naturales y revalorizar el trabajo de las hábiles manos de los productores artesanos del interior provincial.
Labrando la tierra: semillas, hilos y comunidad
Bajo el sol santiagueño, el cultivo del algodón agroecológico comenzaba. La primera tarea era mejorar las lanas, buscando semillas que resonaran con la tierra y la historia de quienes la habitan. María nos sumerge en el relato: “Sentíamos que tendría aceptación, la gente del campo ha sido algodonera siempre.” Hoy, unas 20 manos expertas de productores y 50 teleras e hiladoras de distintos rincones se unen al tejido de esta historia.
Rescatando la tradición: el algodón agroecológico y sus secretos ancestrales
En el núcleo del proyecto está el compartir saberes y experiencias, y en eso, el algodón agroecológico se vuelve el hilo conductor. María nos desvela el misterio detrás de la semilla guazuncho tres, rescatada y donada por el banco de germoplasma del INTA Sáenz Peña. “Es un arte que sigue vivo”, dice mientras revela la historia de cómo intercambiaron semillas para obtener una reliquia ancestral de color marrón, el Gualok. El valor del algodón agroecológico radica no solo en su origen natural y puro, sino en que su trabajo es manual, desde la preparación de la tierra a la cosecha,el desmote y acopio.
Aunque la cosecha de algodón agroecológico avanza, el viaje hacia la producción industrial y la creación de telas de alta calidad está en pausa. Pero la visión es clara, y María comparte que esta temporada que inicia en marzo esperan cosechar 10 mil kilos para viajar a Buenos Aires y crear hilos de excelencia.
“Queremos llegar a ropa de primera piel, ropa de bebé, ropa interior, para fabricar remeras, por ejemplo, son fibras naturales de una calidad única y tienen múltiples beneficios que se aprovechan para un bienestar físico. Sustentable y amigable con el medio ambiente”, destaca.
La esencia del Proyecto Trama Viva es colectiva. María destaca la colaboración con instituciones como el INTA, el INTI y la Red Nacional de Fibras Naturales para asesorías y la creación de una planta piloto de hilandería. Un tejido que conecta a productores de diversas fibras naturales, tejiendo una red que va más allá de Santiago del Estero.
En ese sentido trabajan con productores de pelo de llama y guanaco, de Salta y Jujuy, la gente de chaguar de Formosa, y dos tipos de seda, la nativa de Salta y de Santiago en Loreto y Atamisqui, y la seda comercial.
De Santiago al país: exposiciones y demanda en auge
Santiago del Estero se erige en las exposiciones nacionales, representando no solo un cultivo, sino una tradición viva. María nos lleva por los caminos de la demanda creciente, anunciando la apertura de una tienda virtual para llegar a cada rincón del país.
Uno de los momentos más significativos que tuvieron fue la participación en el proyecto nacional en el que se eligieron 30 artesanas textiles para formar una pieza mayor representante de todas las provincias y le hicieron un manto que fue regalado al papa Francisco. La artesana fue María Benita Morales de Monte Redondo del departamento Loreto.
La demanda de los trabajos finales de las teleras excede los límites provinciales y hasta nacionales. Por ahora, para adquirir los productos finales elaborados con esta materia prima y tejidos en a mano en telar criollo, como ruanas, cubrecamas,colchas, bolsos y hasta el hilo, pueden comunicarse con María al teléfono 11 6809-3766
El Proyecto Trama Viva no solo es un cultivo, sino un arte. Enredado en la tierra y tejido por manos apasionadas, es un tributo a la tradición, a la sostenibilidad y al amor por la creación. En el vibrante telar, la esencia de la agro-artesanía y la industria textil nacional se entrelazan con pasión y compromiso. Con la colección de distintas prendas de algodón agroecológico santiagueño, hiladas a mano, teñidas con tintes naturales y tejidas en telar, el proyecto no solo cosecha fibras, sino también la identidad arraigada en la tierra.
María Valeria Paz nos inspira con su visión: “La agro-artesanía y la industria textil nacional son importantes porque están íntimamente relacionadas con resguardar nuestra identidad, los puestos de trabajo, nuestro desarrollo nacional y regional”.
