11 October, 2025
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Guerra en Medio Oriente: de qué manera impacta en la economía global y nacional

Guerra en Medio Oriente: de qué manera impacta en la economía global y nacional

La nueva escalada del conflicto entre Israel e Irán sacudió no solo la vida de millones en Medio Oriente, sino también las cadenas de producción y consumo de todo el mundo. Más allá de los titulares, detrás de cada giro bélico, hay una economía global que ya empieza a sentir el efecto dominó.

Aunque Argentina no negocia con Israel ni Irán, el mundo sí, y eso llega en forma de precios más altos, costos que se disparan y riesgos que se suman a una economía ya sensible.

En el mundo: la tormenta ya se siente

  • Petróleo al alza y nervios en los mercados: El crudo Brent superó los US$ 77–78 el barril, con subas que rondaron el 1–2 % tras los ataques y contraataques. El temor principal: que se cierre el estrecho de Ormuz, clave para el 25 % de los envíos petroleros.
  • Bolsas internacionales con pérdidas: Los principales índices en Europa, EE.UU. y Asia cayeron ante la creciente aversión al riesgo.
  • Fuga hacia lo seguro: Oro, dólar y bonos de EE.UU. se convirtieron en refugios de inversión.

Históricamente, los choques regionales como este suelen generar picos de precios temporales. Pero si el conflicto se expande, podríamos ver impactos más duraderos, como cuando en los ’70 hubo un embargo petrolero, o en 2003 con la guerra en Irak.

Impacto en Argentina

Como Argentina, importa buena parte de su petróleo, con el barril global subiendo, nafta y gasoil podrían cambiar de precio, encareciendo el transporte y la producción. Si bien en el surtidor, quizás se vean aumentos más suaves: por margen, las petroleras locales todavía operan a precios algo baratos -lo cual podría amortiguar el impacto-, aunque también podría ampliarse la brecha entre precio local e internacional.

En el ámbito de la agricultura, los fertilizantes dependen del gas asociado al petróleo. Si sube el crudo, sube el fertilizante, lo que presiona los costos para productores de trigo, maíz y soja. Aunque muchos ya compraron insumos antes de que se disparara el conflicto, lo que atenúa el golpe, al menos en lo inmediato.

Con respecto a los mercados, a nivel interno, el dólar mayorista se mantuvo estable o incluso con leves mejoras esta semana, gracias a una mayor oferta por parte del agro tras el cobro de retenciones. Mientras el S&P Merval también resistió bien, con subas moderadas en bonos y acciones domésticas, el Banco Central aprovechó para acumular reservas, aprovechando la calma relativa.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que si el crudo se mantiene alto, suben los costos de transporte y producción, lo cual empuja la inflación de alimentos y energía.

De momento, los hogares y empresas locales resisten: el agro aprovecha el momento del crudo, el dólar no se dispara, y los mercados locales muestran fortaleza relativa. Pero si este conflicto escala, el impacto podría golpear duro: desde el surtidor y las góndolas hasta las reservas internacionales y la confianza del inversor.