12 October, 2025
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China impuso aranceles del 15% al carbón y gas de EEUU en respuesta a las tarifas del 10% que Trump aplicó a sus productos

China impuso aranceles del 15% al carbón y gas de EEUU en respuesta a las tarifas del 10% que Trump aplicó a sus productos

El régimen de China anunció este martes nuevos aranceles contra Estados Unidos, en represalia por las recientes medidas comerciales impuestas por el presidente Donald Trump.

La decisión marca un nuevo episodio en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, mientras Beijing sigue sin tomar acciones para frenar el tráfico de drogas ilícitas, como el fentanilo, hacia EEUU.

Desde la madrugada de este martes, Trump impuso un arancel adicional del 10% sobre todas las importaciones chinas. En respuesta, el Ministerio de Finanzas de China declaró que aplicará gravámenes del 15% a las importaciones de carbón y gas natural licuado (LNG) procedentes de EEUU, y 10% sobre crudo, maquinaria agrícola y ciertos automóviles. Estas medidas entrarán en vigor el 10 de febrero.

El Ministerio de Comercio y la Administración de Aduanas de China también comunicaron que impondrán controles a la exportación de minerales estratégicos, como tungsteno, telurio, rutenio y molibdeno, bajo el pretexto de “proteger la seguridad nacional”.

China domina gran parte de la producción mundial de estos metales, esenciales para la industria tecnológica y la transición hacia energías limpias. Con esta medida, Beijing refuerza su estrategia de usar los minerales raros como arma económica, una táctica que ha empleado en el pasado para presionar a sus rivales geopolíticos.

El presidente Donald Trump justificó los nuevos aranceles como una forma de presionar a China para que detenga el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, una crisis que ha costado la vida a miles de estadounidenses.

“China tiene que dejar de enviarnos fentanilo. Si no lo hacen, los aranceles van a subir aún más“, advirtió Trump el lunes.

El régimen de Beijing, por su parte, sigue sin asumir su responsabilidad en la crisis del fentanilo y calificó el problema como una “cuestión interna de EEUU”.