Cómo hizo Santiago para descender los niveles de pobreza

A la luz de los datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos a través del informe titulado “Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos”, Santiago del Estero se destaca por el descenso de los niveles de pobreza, llegando a un 32,5%, lo que significa la mitad de lo registrado en el mismo período del año pasado (64%).
A la hora de buscar explicaciones acerca de ese descenso en los niveles de pobreza, la respuesta principal tiene que ver con la aplicación sostenida de políticas aplicadas por el gobierno del Dr. Gerardo Zamora, en un contexto de crisis nacional.
Entre las principales políticas aplicadas por el gobierno santiagueño se destacan las siguientes:
• Recomposición salarial permanente, que permitió sostener el poder adquisitivo de trabajadores estatales y privados.
• Incentivos al consumo interno, con planes y programas para sostener el movimiento comercial.
• Impulso a la construcción y la obra pública, motor de empleo en la provincia.
• Apoyo a sectores productivos locales, que amortiguaron la caída del mercado interno.
Con “las cuentas ordenadas” como bandera de gestión, la administración provincial logró evitar que miles de familias cayeran en la indigencia o quedaran atrapadas en un escenario de vulnerabilidad extrema.
El cambio en Santiago del Estero resulta aún más significativo si se lo mira en perspectiva:
• Primer semestre 2024: 64% de pobreza en la provincia.
• Segundo semestre 2024: 38,1% a nivel nacional.
• Primer semestre 2025: 31,6% promedio país y 32,5% en Santiago.
En apenas un año, la provincia logró reducir la pobreza a la mitad, mientras en el resto del país la baja fue más lenta y desigual.
Más allá de la estadística, el dato refuerza un elemento político clave: el Frente Cívico, que gobierna Santiago desde hace casi dos décadas, exhibe esta mejora como parte de su modelo de gestión, basado en el Estado presente, el equilibrio fiscal y la inclusión social.
En un contexto de crisis generalizada, con el gobierno nacional impulsando recortes y medidas de ajuste, la provincia se presenta como un caso de resistencia y orden, con un discurso que vincula los resultados sociales a las decisiones políticas locales.
La mejora no significa que el problema de la pobreza esté resuelto. Sin embargo, el contraste con otros distritos y la magnitud de la reducción en tan poco tiempo muestran que las políticas provinciales pueden marcar la diferencia incluso frente a un contexto macroeconómico adverso.
El desafío, ahora, será sostener esta tendencia en el mediano plazo y garantizar que los avances lleguen a los sectores más vulnerables, en especial a niños, adolescentes y jóvenes, que siguen siendo quienes más sufren la pobreza en todo el país.
Santiago del Estero pasó de ser uno de los distritos con mayor índice de pobreza en el país a convertirse en un ejemplo de cómo la intervención estatal y las acertadas medidas económicas pueden mitigar los efectos de una crisis nacional. En el nuevo mapa social argentino, la provincia dejó de ser el símbolo del atraso y hoy se muestra como un caso de estudio sobre gestión y resultados.