Cuánto cuestan y cómo acceder a las cajas de seguridad privadas
El mercado de cajas de seguridad “no bancarias” ha experimentado un crecimiento notable, impulsado por la virtualización y la integración de tecnología avanzada. En Argentina, se estima que hay cerca de un millón de unidades disponibles, lo que refleja una tendencia hacia soluciones más flexibles y personalizadas según las necesidades del usuario.
Según la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), el 75% de los argentinos prefiere guardar sus ahorros y valores fuera del sistema bancario tradicional. Esta inclinación surge de la creciente desconfianza hacia los bancos y la reducción en la oferta de cajas de seguridad debido al cierre de sucursales en tiempos recientes.

Un problema para algunos bancos es que, en ocasiones, la disponibilidad de cajas es inferior al 10% de su capacidad total. Además, los usuarios de cajas de seguridad bancarizadas enfrentan la restricción de accesibilidad sólo durante el horario bancario establecido, sumado a la falta de discreción al realizar transacciones.
Para responder a estas limitaciones, las empresas proveedoras de cajas de seguridad ofrecen atención extendida de lunes a sábado, asegurando alta discreción en las operaciones y acceso a estacionamiento. Además, estos servicios incluyen la opción de alquilar salas de negocios, permitiendo realizar transacciones en un entorno altamente seguro.

Prestaciones cajas de seguridad y costos
Las empresas que brindan el servicio de cajas de seguridad, intentan sumar distintas prestaciones y tecnología para brindar más comodidad y protección a los clientes ante las nuevas amenazas, tendencias y necesidades del mercado. Por ende, buscan ampliar el abanico también para atraer nuevos usuarios.
En cuanto a los costos, alquilar una caja de seguridad privada tiene un costo estimado mensual de $40.500. Hoy en día, tener una caja de seguridad privada cuesta menos que pagar el cable.
Como referencia, en una caja chica se pueden guardar hasta 50.000 dólares. En cuanto a las cajas de mayor tamaño, permiten guardar otros objetos de valor personal, como documentos y escrituras.
Una de las principales ventajas de optar por las cajas de seguridad no bancarias es la discreción. Ubicadas en centros comerciales y zonas de alta afluencia, las transacciones se realizan en un entorno donde no se evidencia la naturaleza de los bienes o valores manejados, protegiendo así la privacidad del cliente. Además, de solicitar a los clientes menos requisitos que los bancos para contratarlas, ya que es inmediato y vía telefónica.