26 October, 2025
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El girasol recupera terreno y apunta a una campaña histórica

El girasol recupera terreno y apunta a una campaña histórica

El girasol vuelve a destacarse como una de las principales apuestas de la campaña agrícola 2025/26. Según un relevamiento de pre-siembra realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), se estima una superficie nacional de 2,6 millones de hectáreas, lo que representa un incremento del 18,2 % respecto al ciclo anterior y ubica a esta campaña como la segunda mayor siembra de girasol en las últimas dos décadas.

Este notable repunte marca un cambio de tendencia para un cultivo que venía perdiendo superficie desde la campaña 2018/19, especialmente en regiones tradicionales como el NEA y el centro-norte de Santa Fe, donde la falta de humedad durante las ventanas de siembra había limitado su expansión. Sin embargo, los buenos rendimientos del último ciclo y una mayor recarga hídrica durante el invierno renovaron el interés de los productores.

Diversificación y condiciones climáticas: claves del crecimiento

En provincias como Córdoba y San Luis, el girasol logró consolidarse en años secos gracias a su tolerancia a condiciones adversas. Aunque ahora, con mejores perfiles de humedad, algunos productores podrían optar por cultivos más rentables, se espera que el girasol mantenga su presencia como parte de las estrategias de diversificación agrícola.

El panorama es más incierto en el sur del área agrícola, principalmente en Buenos Aires y La Pampa, donde los excesos de humedad dejaron muchos lotes fuera de la siembra de trigo. Esos espacios podrían destinarse a girasol, aunque la decisión final dependerá del clima y del contexto económico en las próximas semanas, ya que la siembra en esas zonas es más tardía (octubre).

Clima variable y márgenes ajustados

El escenario climático presenta oportunidades y desafíos. El otoño dejó perfiles recargados de agua en buena parte del país, y las heladas intensas ayudaron a controlar plagas. Para el invierno, se espera variabilidad: menos lluvias en el oeste del NOA y oeste pampeano, pero mejores aportes hídricos en el NEA, Mesopotamia y la región pampeana. La primavera podría traer lluvias más generalizadas, aunque con riesgo de heladas tardías y aparición temprana de plagas. Para el verano 2026, el pronóstico indica un escenario entre “Neutral cálido” y “El Niño débil”, con precipitaciones normales y posibilidad de excesos en el norte.

En lo económico, la relación insumo-producto es dispar: aunque algunos insumos mostraron mejoras, el aumento en el costo de la semilla impacta en los márgenes. Comparado con el promedio de los últimos cinco años, la rentabilidad sigue siendo ajustada, aunque el girasol mantiene competitividad frente a otros cultivos estivales, especialmente en zonas donde sus ventajas agronómicas son claras.

En un contexto de clima cambiante y márgenes económicos acotados, el girasol busca consolidar su regreso como cultivo estratégico en la agricultura argentina.