El INTA impulsa soluciones sustentables contra un “gusano” que afecta cultivos de melón en Santiago
El cultivo de melón primicia en la región de riego del Río Dulce, en Santiago del Estero, enfrenta una amenaza significativa debido a la presencia de nematodos fitoparásitos. Estos organismos microscópicos afectan gravemente las raíces de las plantas, limitando su capacidad de absorber agua y nutrientes. Los técnicos del INTA han detectado su impacto en áreas periurbanas, como Manogasta, donde las pérdidas en rendimiento y calidad han sido una constante preocupación para los productores locales.
Entre los principales problemas causados por los nematodos destacan las agallas formadas por Meloidogyne spp. y las lesiones radiculares generadas por Pratylenchus spp., que, además de debilitar las plantas, favorecen la entrada de patógenos como hongos que provocan pudrición en las raíces. Ante esta situación, el INTA puso en marcha un proyecto que busca transformar el sistema de producción hacia prácticas más sustentables, con el objetivo de brindar soluciones efectivas a los agricultores.
En campos de productores locales que emplean sistemas semi forzados con mulching y fertirrigación, se llevaron a cabo ensayos con diversos bioinsumos. Estas pruebas incluyeron aplicaciones de productos compuestos por microorganismos benéficos, algas marinas con micronutrientes y biopreparados, lo que permitió evaluar su impacto en la sanidad de las plantas y el rendimiento de los cultivos.
Los resultados del ensayo arrojaron datos alentadores. El uso de bioinsumos mostró beneficios claros, como una mayor resistencia al estrés postrasplante y un incremento en la cantidad de frutos producidos. Particularmente, los tratamientos con Bacillus velezensis resultaron determinantes, generando un aumento de 3.000 kilogramos de melón por hectárea. Además, el uso de estos productos permitió reducir la necesidad de insecticidas químicos, gracias a un entorno favorable para la polinización por abejas, lo que optimizó tanto la productividad como los costos del cultivo.
Este avance representa un paso significativo hacia la sostenibilidad en la producción agrícola de la región. Al reducir la dependencia de insumos químicos y potenciar la salud del suelo y las plantas, el INTA no sólo aporta soluciones a problemas actuales como los nematodos, sino que también abre el camino hacia una agricultura más rentable y respetuosa con el medioambiente en Santiago del Estero.