Fin del cepo: qué ocurrirá con los alquileres
La inflación continúa siendo la variable principal para quienes participan en el mercado inmobiliario, incluso después de la eliminación del cepo. Con el aumento inflacionario registrado en marzo y la posibilidad de que los precios suban tras el cambio de régimen monetario, aunque se espera una eventual estabilización, hay señales de que la inflación se mantendría alrededor del 2% durante un tiempo considerable, si no se aproxima nuevamente al 3%. Esto afectará a los alquileres ajustados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que experimentarán un aumento en su valor.
Por otro lado, los alquileres que se ajustan de acuerdo con el Índice de Contrato de Locación (ICL) también sentirán este efecto. Es importante recordar que el ICL se calcula teniendo en cuenta tanto el IPC como la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), lo cual generará un incremento en dicho índice y, en consecuencia, en el valor de los alquileres.

Si el contrato fue firmado bajo la ley promulgada en julio de 2020, el ajuste se realiza anualmente según el Índice para Contratos de Locación (ICL) publicado por el Banco Central. Los contratos de alquiler con actualización anual según el ICL mantienen su esquema de ajuste hasta su vencimiento, incluso tras la derogación de la ley de alquileres en diciembre de 2023. En abril, estos alquileres aumentaron un 116,85% en comparación con el año anterior, debido a un aumento del índice, que pasó del 10,8% al 23,42%.
El sistema de bandas provocará que el tipo de cambio se ubique más cerca de la banda superior, lo cual representa una devaluación encubierta. Si esto se refleja en los precios, algo muy probable, afectará a todos los contratos ligados a la inflación.