7 February, 2025

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“Pensábamos trabajar en julio y agosto, pero nos ha sorprendido la demanda todo el año”

“Pensábamos trabajar en julio y agosto, pero nos ha sorprendido la demanda todo el año”

Chozas del Estero” es un emprendimiento nacido durante la pandemia. Gabriela Medina y José Carabajal decidieron armar cabañas en una suerte de reserva ecológica que en algún momento fue la finca familiar en la que descansaban los fines de semana.

Rodeados de flora y fauna autóctona, este predio en Sauce Bajada pasó a ser un hospedaje de gran demanda, pero también un “refugio” para escapar del agresivo ritmo de la ciudad. Los turistas lo eligen para pernoctar en lo que duran eventos deportivos o culturales que se realizan en la provincia; mientras los santiagueños se instalan para descansar de la rutina.

Comodidad, relax, contacto con la naturaleza y sustentabilidad son la síntesis de lo que pueden ofrecer estas cabañas a solo diez minutos de la Capital. Su propuesta se diferencia por completo de los hoteles y de los departamentos en pleno centro, pero eso no significa para nada una estadía menos confortable.

Las “Chozas del Estero” cuentan con piscina, asadores y el tradicional horno de barro para quien se anime a las empanadas, o lo que guste comer en el quincho techado. Hay cocheras cubiertas y todo el predio está monitoreado con alarmas y cámaras de seguridad.

Pero esos son atributos que uno puede encontrar en otros alojamientos, claramente. Lo más atractivo de las cabañas es que se puede apreciar perfectamente el monte santiagueño, en medio de una vegetación variada, entre árboles autóctonos y plantas de frutas de las que los inquilinos también pueden servirse. Por tratarse de un sitio que intenta amalgamarse ecológicamente a la zona, suelen aparecer animales silvestres para una pequeña “visita”.

“Tenemos aquí el espacio verde por el que se puede caminar; un monte virgen santiagueño y varias opciones. Escuchar los pájaros por la mañana es espectacular; también hay pavos reales que dan la vuelta por acá. Es una muy buena opción”, dice José muy convencido.

En la plataforma Booking.com tienen una puntuación de casi cinco estrellas. Sus huéspedes son mayoritariamente personas de otras provincias (70%) que buscan conocer Santiago con más profundidad y se sienten atraídos por una experiencia de alojamiento distinta a las que pueden encontrar en pleno centro de la ciudad.

Gaby, señala que los huéspedes los eligen porque “les encanta el lugar, las cabañas que son muy pintorescas y la atención” que les brindan. “Aparte, por la higiene del lugar que es fundamental para nosotros. Queremos brindar un espacio súper limpio”, destaca y comenta que todos los trabajadores de las cabañas son de la zona.

Trato personalizado

Gaby y José viven a unos metros de donde se ubican las unidades de hospedaje, totalmente equipadas. Esto les permite estar muy atentos a las necesidades de los inquilinos, pero también aporta mayor seguridad a la hora de la contratación.

Pues es la pareja la que responde a las consultas de potenciales huéspedes y le ofrecen a los clientes una videollamada para que puedan estar tranquilos con respecto al lugar. Entendiendo que hoy, en las redes sociales pululan ofertas falsas, encontraron este método para garantizar veracidad.

Sustentable

Lo ecológico del proyecto lo aporta la zona donde se erige. Faltaba entonces buscar la “vuelta de rosca” que les permitiera convertirlo en “sustentable”, para lo cual ya existían algunas alternativas. Incorporar un sistema de paneles solares para la iluminación del exterior de las cabañas y la provisión de las cámaras de seguridad. Además, un sistema de tratamiento de residuos “ecocépticos”.

“Todos los influentes van a una cámara, se diluye con agua y bacterias que nosotros inyectamos desde afuera. Así que no tenemos pozos negros, ni pozos ciegos, ni tiramos los influentes a ningún espacio o a una cloaca. Hacemos un tratamiento que después se convierte en agua no potable, lógicamente, pero llega a las raíces de la planta por debajo, del suelo y solo se va inyectando”, explica José sobre el sistema.

Turismo no convencional y fuera de estación

Al analizar la demanda turística, la pareja de emprendedores destaca el gran interés de por las opciones poco convencionales y el turismo fuera de estación. En los últimos años, su proyecto creció con esta nueva tendencia que se inclina por la naturaleza, la cultura de un pueblo y también la tranquilidad.

“Nosotros hemos pensado en gente de afuera, y en gente del interior de Santiago. Hay un turismo receptivo al que creo que no se lo está utilizando porque los medios no estaban”, planteaban. Consideran que también es necesario canalizar la atención de ciudadanos del interior provincial, como Frías, Añatuya, Bandera, Quimilí que suelen visitar Santiago Capital; como así también de las provincias de la región.

Además, les sorprende gratamente que la provincia se haya convertido en una opción turística, no solo de invierno. “Cuando empezamos, nosotros pensábamos que íbamos a trabajar en julio y agosto solamente, pero nos ha sorprendido la demanda todo el año”, comenta José.

A eso se suman también la tendencia de las estadías breves, con huéspedes locales. “Viven en el centro de Santiago y se toman dos días para venir acá y desenchufarse. Si bien es cierto que hay Wi-Fi, televisión smart, Direct TV en las cabañas, ellos vienen a desconectarse, a tomar sol, a caminar por la zona, a usar los asadores –que es el lugar más usad-. Aparte, nosotros siempre les decimos que no compren carbón y leña, que nosotros tenemos”, cuenta y Gabriela agrega: “queremos que se sientan mejor que en su casa”.

Si bien no tienen en mente construir más cabañas en el predio, dado que sería imposible ofrecer atención personalizada a los potenciales huéspedes, si se proponen habilitar más espacios de recreación. “Por lo pronto, nos queremos quedar aquí, donde estamos. Tenemos cuatro cabañas y un dormi. Pero en el espacio que tenemos al frente, al cruzar una calle, a metros, vamos a hacer distintas canchas y seguramente un salón con una piscina más grande y otros quinchos”, adelanta.

Esto con la idea de cubrir una demanda muy frecuente que es la de alquileres por horas, para reuniones familiares o sociales.