Plazo fijo: cuál conviene más
En un escenario de inflación en baja y dólar en retroceso, el plazo fijo tradicional volvió a colocarse en el centro de la escena como el instrumento de inversión más atractivo para los ahorristas argentinos.
El repunte de las tasas que pagan los bancos y la calma cambiaria empujaron a este clásico producto financiero, que en los últimos años había quedado relegado frente a alternativas como el UVA o la dolarización de carteras.

- Plazo fijo tradicional
En apenas un mes, las entidades financieras aumentaron hasta 14 puntos porcentuales la tasa que pagan por depósitos minoristas. Actualmente, los bancos líderes ofrecen una Tasa Nominal Anual (TNA) entre 35% y 44%, lo que implica una renta mensual de entre 2,88% y 3,6%.
La condición, como siempre, es que el capital debe permanecer encajado durante un mínimo de 30 días, lo que convierte a este instrumento en una opción líquida y de fácil acceso para pequeños ahorristas.
El atractivo se potencia en un contexto en el que el dólar retrocedió más de 4% en agosto y la inflación se mantiene por debajo del 2% mensual.

- El UVA
En paralelo, el plazo fijo UVA —que ajusta por inflación— perdió atractivo frente a la estabilidad de precios. Si bien se posiciona como cobertura de largo plazo, presenta dos grandes desventajas:
- Un encaje mínimo de 90 días, demasiado largo en un país marcado por la volatilidad económica y política.
- Una rentabilidad en baja, ya que la inflación de julio fue de 1,9%, tras varios meses con registros históricamente bajos.
El instrumento permite la precancelación a partir de los 30 días, pero bajo condiciones poco convenientes: la tasa que se cobra en ese caso es de apenas 10% TNA, lo que equivale a un 0,8% mensual, muy por debajo de la inflación y de la renta del plazo fijo tradicional.

Lo que se viene
El interrogante ahora es qué sucederá en los próximos meses. Si la inflación continúa en torno al 2% mensual, el plazo fijo tradicional seguirá siendo el más rentable, ya que su rendimiento se ubica claramente por encima de esa variación.
Sin embargo, los economistas advierten que, en la previa a las elecciones legislativas de octubre, no puede descartarse que la inflación recupere dinamismo. En ese escenario, el UVA podría volver a ganar terreno, ya que garantiza un rendimiento real positivo si los precios aceleran.
Por lo pronto, la combinación de tasas altas, inflación estable y dólar en baja reconfiguró al plazo fijo tradicional como el negocio del momento en pesos.