26 October, 2025
Economía Producción

Quebracho y carbón: la fuerza silenciosa que sostiene la economía regional

Quebracho y carbón: la fuerza silenciosa que sostiene la economía regional

El quebracho y el carbón vegetal siguen siendo los grandes protagonistas del sector forestal del Chaco Seco, una región que abarca parte de Santiago del Estero y el Chaco, donde estos productos no sólo representan tradición y cultura laboral, sino también una base económica vital para miles de familias.

Su comportamiento en los últimos años refleja fielmente los vaivenes de la economía nacional: precios que se ajustan con el dólar, una producción sostenida pese a la inflación, y una fuerte dependencia del comercio exterior, que marca el pulso del mercado local.

La información surge de un trabajo publicado en ArgentinaForestal.com, por los ingenieros forestales, el magister Julio Felix Michela, investigador del INTA Santiago del Estero, y el Dr. Sebastián Miguel Kees, jefe de la Estación Forestal de Presidencia de la Plaza, anexa a EEA Sáenz Peña. En el trabajo abordan la importancia de las maderas de quebracho colorado santiagueño y quebracho blanco que, junto al carbón vegetal elaborado mayoritariamente a partir de ellas, sostienen gran parte de la economía regional forestal y cómo su valor refleja la evolución de la economía nacional y del comercio exterior, en un contexto de precios relativamente estabilizados, pero con fuerte dependencia del tipo de cambio.

En el Chaco Semiárido, las maderas de quebracho colorado santiagueño y quebracho blanco, junto con el carbón vegetal elaborado a partir de ellas, sostienen gran parte de la economía forestal regional. Las fábricas de tanino, principalmente ubicadas en Chaco, actúan como referentes del mercado: exportan la totalidad del extracto que producen y fijan indirectamente el valor del rollo de quebracho en función de la cotización del dólar oficial.

Por su parte, una porción significativa del carbón vegetal -producido en hornos rurales a lo largo del norte santiagueño- tiene destino internacional, con Chile como principal comprador. Este vínculo comercial otorga estabilidad, pero también genera vulnerabilidad: al depender de un único mercado externo, cualquier cambio en las condiciones de exportación puede repercutir directamente en el ingreso de los productores locales.

Santiago del Estero: una economía forestal que resiste

En el caso de Santiago del Estero, la industria forestal se concentra en torno a Monte Quemado, donde el quebracho colorado es destinado principalmente a la fabricación de durmientes ferroviarios. Sin embargo, la menor demanda en ese rubro ha repercutido en los precios locales, afectando la rentabilidad del sector.

Aun así, el trabajo del monte sigue siendo una fuente de vida para la región. Desde los aserraderos hasta los pequeños hornos de carbón, miles de trabajadores sostienen una cadena productiva que resiste los embates económicos, combinando esfuerzo manual, saber tradicional y estrategias de supervivencia en un contexto de escasos márgenes.

Los precios del quebracho y del carbón mostraron un crecimiento sostenido hasta fines de 2024, para luego estabilizarse. Esta meseta, según especialistas, se explica por una combinación de factores: el control del tipo de cambio, el encarecimiento de los costos operativos y la cautela de los compradores internacionales. Mientras tanto, las fábricas y productores ajustan su actividad a los ritmos de un mercado condicionado tanto por las variables macroeconómicas como por las exigencias ambientales.

A mediano plazo, los especialistas sugieren diversificar la producción para reducir la dependencia del tanino y del carbón exportable. Una de las estrategias propuestas es la promoción del uso estructural de la madera nativa en la construcción, a través de su homologación en la norma CIRSOC 601, lo que permitiría fabricar componentes certificados para obras civiles.

Esta posibilidad -que podría concretarse mediante articulaciones público-privadas- abriría nuevas oportunidades de empleo y valor agregado, sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura industrial.

En el caso del carbón, el desafío será adaptarse a las exigencias ambientales del mercado europeo, en especial al Reglamento de Deforestación Cero (EUDR), que exigirá trazabilidad y prácticas sostenibles. Cumplir con estos estándares podría significar un salto de calidad y mejores precios para el producto argentino, posicionando al norte del país en un segmento más competitivo y responsable.

El monte que no se rinde

El quebracho y el carbón continúan siendo los ejes productivos del Chaco Seco santiagueño, símbolos de una economía que, aunque silenciosa, sigue viva. Su historia está hecha de manos que cortan, cargan, apilan y encienden hornos en medio del calor y el polvo.

En ellos late la identidad del norte profundo, un territorio donde el monte no sólo ofrece trabajo, sino también dignidad, pertenencia y esperanza.

En tiempos de incertidumbre económica, el desafío será preservar ese equilibrio entre producción, sostenibilidad y valor agregado, para que el quebracho y el carbón sigan siendo no sólo los pilares de una economía regional, sino también el corazón de una cultura que se resiste a desaparecer.