Se anticipa una nueva suba en el precio de la carne

Las cámaras del sector cárnico advierten que el precio de la carne vacuna podría volver a subir en las próximas semanas, en un contexto donde la oferta de hacienda es escasa, los costos productivos suben y la presión exportadora complica el abastecimiento del mercado interno.
Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en septiembre el valor promedio se situó en $ 12.357 por kilo, lo que representa una suba mensual del 1,8 % e interanual del 58,4 %.
Los abastecedores y la industria señalan que aún no se han trasladado todos los aumentos del mercado de hacienda al precio minorista.
En el mercado de hacienda se registran dos aumentos importantes recientes, que el sector espera “convalidar” para que se reflejen en el mostrador. La media res ha aumentado entre $ 400 y $ 500 por kilo respecto al mes anterior.
El consumo interno muestra un repunte: se estima que para 2025 el consumo de carnes se ubicará en alrededor de 113 kg por habitante, un crecimiento del 3 % frente a 2024.
Factores que presionan la suba
- Menor oferta de hacienda
La sequía de 2023 redujo el stock ganadero: menos vacas, menos terneros, lo que contrajo la base de producción futura. - Presión exportadora
Los frigoríficos que exportan compiten por animales pesados, presionando el mercado interno. - Costos crecientes
Alimentos para ganado, fletes, energía y otros insumos tienen incrementos que obligan a ajustar precios para mantener rentabilidad. - Demanda interna que se recupera
Aunque la demanda no crece explosivamente, sí se mantiene firme, lo que frente a una oferta limitada empuja los precios al alza.
Para los consumidores, una nueva suba en la carne significa más presión sobre un rubro clave en la canasta alimentaria. En hogares de ingresos bajos y medios, ya afrontados por inflación y desempleo, este aumento puede traducirse en recortes en otras compras o menor calidad nutricional.
A nivel macro, el sector ganadero cumple un rol estratégico en divisas. Un precio alto puede favorecer exportaciones, pero también generar controversias si se descuida el abastecimiento interno. Políticamente, el alza de la carne suele tener fuerte impacto electoral, pues afecta directamente el poder de compra de la ciudadanía.