El secreto mejor guardado de Termas: piletas con aguas frías y curativas
Con la llegada de la primavera y las temperaturas en ascenso, Termas de Río Hondo vuelve a ser el destino ideal para quienes buscan relajarse, disfrutar del aire libre y aprovechar las bondades del agua termal. Pero, a diferencia de lo que muchos creen, no todas las piletas termales son calientes: también hay opciones de aguas frías, perfectas para quienes prefieren un baño más refrescante.
En distintos puntos de la ciudad -desde los hoteles y complejos turísticos hasta los campings y centros termales abiertos al público- es posible encontrar piscinas que se llenan con agua termal natural, que luego se enfría de forma controlada para mantener sus propiedades curativas y minerales, sin el calor intenso característico de las termas.

Esta posibilidad convierte a Termas en un lugar único, donde el visitante puede disfrutar del efecto revitalizante del agua termal, pero en una versión más fresca y relajante, ideal para los días de calor. Además, muchos de estos espacios están rodeados de vegetación y árboles, que aportan sombra y una sensación natural de bienestar.
Y para quienes se preguntan si también se puede disfrutar de estas piletas durante la noche, la respuesta es sí. A esa hora, la temperatura ambiente baja y el contraste con el agua fría genera una experiencia distinta, reparadora y sumamente agradable después de una jornada soleada.

En palabras de los visitantes frecuentes, “no hay nada como terminar el día sumergido en una pileta con agua termal fría, bajo las estrellas, después de caminar o recorrer la ciudad”.
Así, Las Termas demuestra una vez más por qué es uno de los destinos más elegidos del norte argentino: un lugar donde la naturaleza, la salud y el descanso se combinan de manera perfecta, ahora también con una opción más fresca y primaveral para disfrutar del agua termal en su versión más placentera.