Bodegas piden una suba del “dólar malbec” y salir de Precios Justos

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Bodegas de Argentina, la cámara que representa a más de 200 fabricantes locales de vino, ha justificado su reclamo debido a la fuerte caída de las exportaciones en el primer semestre. En marzo, Massa anunció la implementación de un tipo de cambio diferencial para el sector.

El primer semestre de 2023 ha registrado una significativa disminución en las exportaciones de vino. Los bodegueros han encendido la alarma y solicitan al Gobierno que actualice el valor del “dólar malbec”, agilice los plazos de pago en el extranjero y elimine la obligatoriedad del programa de Precios Justos.

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Argentina exportó 96,5 millones de litros de vino en los primeros seis meses del año, lo que representa una caída del 31,7% en comparación con el mismo período del año pasado. De ese total, 74,5 millones (77,2%) corresponden a vinos fraccionados (una disminución del 26,8%) y 22 millones (22,8%) son vinos a granel (con una caída del 44,5%).

“Bodegas de Argentina”, la cámara que agrupa a más de 200 actores vitivinícolas, explicó a través de un comunicado que “estos mismos datos, en términos de facturación, representan una disminución del 20% para los vinos fraccionados, del 32,3% para los graneles y del 21% para el total de las exportaciones de vino”.

Los bodegueros atribuyen la disminución en el volumen y facturación a “la falta de competitividad del tipo de cambio frente al incremento de los costos de los vinos”. Además, reconocen que la reducción de la cosecha 2023 debido a las heladas tardías también ha afectado al mercado. Según el comunicado de Bodegas de Argentina, “a la situación generalizada de la macroeconomía, con un aumento de los costos en un 150% interanual, se suma la situación particular de nuestra industria, donde una cosecha de bajo volumen ha provocado un aumento de los precios de las uvas en un 200% y un 300% en comparación con la cosecha de 2022”.

Respecto al llamado “dólar malbec”, que se implementó a principios de este año, el tipo de cambio diferencial ha quedado rezagado, lo que provoca una pérdida de competitividad del vino en el mercado externo. La entidad dirigida por Walter Bressia afirma que “el Programa de Incentivo a las Exportaciones (dólar a $300) no ha sido de fácil acceso para las bodegas. Las condiciones de ingreso no han generado ningún incentivo para exportar en condiciones cambiarias más favorables”.

El sector ha estado advirtiendo sobre la falta de competitividad durante dos años. Primero solicitaron la eliminación de los impuestos a las exportaciones, que actualmente representan el 4,5%, y después un tipo de cambio especial para las economías regionales. El comunicado concluye afirmando que “ha sido muy difícil para las empresas mantener sus productos en los mercados de destino y este es el resultado: menores exportaciones en volumen y facturación”.

A esta compleja situación se suma el control de divisas para transferencias al exterior, ya sea para importar insumos o pagar servicios. Según describen, “somos una industria que exporta productos finales y necesitamos abastecernos de insumos importados y pagar comisiones por ventas, acciones de promoción, publicidad y servicios de marcas a nuestros clientes y distribuidores. El incumplimiento en el pago de estos conceptos genera una falta de incentivos comerciales en los puntos de venta. El mundo del vino es muy competitivo y la ausencia de estos incentivos se traduce en menores ventas”.

Ante la caída de las exportaciones, que empeora mes a mes, Bodegas de Argentina ha pedido al Gobierno que “elimine la obligatoriedad de acceder a Precios Justos”. Argumentan que “en el caso del vino, las mejoras en el tipo de cambio no impactan de ninguna manera en el mercado local. La oferta exportable y los mercados son completamente diferentes”. También exigen que se actualice el valor del tipo de cambio para las exportaciones, es decir, aumentar el número de $300 y que “evolucione al ritmo del tipo de cambio oficial”.

Los empresarios vitivinícolas han solicitado que se amplíe “la ventana de tiempo para las operaciones”. Dado que el negocio requiere alrededor de 45 días para despachar la mercancía, se suman otros 90/120 días para el cobro de la misma. Según explican, esto significa que se necesitan alrededor de 160 días desde el inicio hasta el final de la operación.

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