El agro arrastró a otros sectores por el impacto de la sequía y el PBI siguió en baja durante mayo

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En mayo, la actividad económica experimentó una nueva disminución. Sin embargo, esta vez la caída fue mucho más moderada que en abril, con una disminución mensual de solo 0,1%. Comparado con el mismo mes del año anterior, la contracción fue del 5,5%. Esto marcó la segunda caída consecutiva después de la caída del 1,8% el mes anterior. En consecuencia, en tan solo dos meses se revertió por completo la mejora observada en el primer trimestre, y en comparación con diciembre, la economía ya opera un 0,6% por debajo. El impacto de la sequía fue determinante en este deterioro, ya que el sector agrícola experimentó una caída interanual del 44% en mayo. Debido al bajo dinamismo del consumo, las restricciones a las importaciones y el ajuste fiscal, los analistas coinciden en que el PBI experimentará una contracción este año.

Sergio Chouza, director de Sarandí, una consultora que estima una caída del 2% en el PBI para 2023, comentó: “No creemos que vaya a ser una caída monumental y, sobre todo, va a ser muy asimétrica con heterogeneidades entre rubros, pero lamentablemente se va a interrumpir el crecimiento de los dos años previos”. Martin Kalos, director de Epyca, expresó un pronóstico similar: “Seguimos previendo que en los próximos meses esa baja se acentúe y, por lo tanto, tengamos un año que en total va a dar caída del PBI”. LCG pronosticó una contracción del 2,7%, mientras que el último informe del REM proyectó una caída del 3%.

Los datos de mayo fueron revelados en el último Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado por el Indec. El informe mostró que la actividad económica experimentó una segunda caída consecutiva después de un primer trimestre en alza. Como resultado, en los primeros cinco meses del año, se acumuló una contracción del 0,6% al comparar mayo con diciembre.

El economista de Anker, Martin Vauthier, explicó que dos fenómenos están influyendo en la actividad económica. Desde el lado de la demanda, “el aumento en la velocidad de circulación del dinero genera una demanda adicional para los bienes y servicios”. Por otro lado, desde el lado de la oferta, “la activación del swap con China le dio más aire también al gobierno para darle más fluidez a las importaciones y atenuar el efecto de las restricciones sobre la actividad”.

Al analizar los datos de mayo desglosados por sectores, se siguen evidenciando los estragos de la sequía en el campo. El sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura experimentó una disminución del 43,8% interanual, siendo el sector más afectado con una incidencia del 5,78% en la economía en mayo. Martin Kalos ejemplificó: “Si no hubiera habido sequía y el sector de agricultura y ganadería se hubiera mantenido igual que en mayo de 2022, no habría habido una caída en la actividad económica en este momento”.

De manera similar a lo ocurrido en abril, la caída en el sector agrícola arrastró a otras ramas relacionadas con la actividad del campo. La industria, como proveedora, experimentó un estancamiento relativo y registró un aumento interanual de apenas el 0,1%, muy por debajo del incremento del 1,6% observado en abril. El sector del transporte, también vinculado, disminuyó un 2,7%.

En cuanto a lo que se espera para el futuro, desde LCG señalaron: “Será difícil esperar un flujo de importaciones similar al del primer trimestre, que el consumo impulse a medida que los salarios y beneficios sociales pierden poder adquisitivo debido a la aceleración de la inflación, que la inversión se reanude ante la cercanía de las elecciones y que el sector público pueda contribuir positivamente al lograr alguna convergencia en sus cuentas”.

Desde ACM afirmaron: “Para el próximo mes, podemos esperar una dinámica similar en el sector agrícola. Si los resultados siguen siendo peores que los de 2018, es probable que se registre una caída trimestral cercana al 40% interanual, lo que implicaría una disminución en la estimación de la actividad y, en consecuencia, un segundo trimestre gravemente afectado por lo ocurrido en este sector. Además, debemos considerar el impacto indirecto en el resto de los servicios relacionados”.

Por último, Chouza señaló que el efecto de la sequía se irá desvaneciendo en los próximos meses: “Más adelante, hacia el tercer trimestre del año, cuando ya se conozcan los datos de julio y agosto del EMAE, se irá apagando el efecto de la sequía”.

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