La sequía golpea fuerte: desplome en la venta y producción de maquinaria agrícola en Argentina

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El impacto devastador de la sequía se ha dejado sentir en diversos sectores de la economía argentina, pero es en el ámbito agrícola donde sus efectos han sido más notorios. Durante el primer semestre del año, la caída de la actividad agropecuaria ha repercutido de manera significativa en las inversiones de bienes de capital, especialmente en la venta y producción de maquinaria agrícola.

Un informe presentado por el Ieral (Fundación Mediterránea) revela una dramática disminución en las ventas de equipos agrícolas durante el inicio del año 2023. Según sus datos, solo se patentaron alrededor de 130 máquinas por semana, lo que representa una reducción del 8,5% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se habían patentado 142 por semana.

El mes de junio fue particularmente crítico, ya que se registró una caída del 21% en los patentamientos de maquinarias agrícolas. Los sectores más afectados fueron el de cosechadoras (-39%), seguido de pulverizadoras (-30%) y tractores (-18%).

Las provincias más golpeadas por esta situación fueron Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde se concentra la mayor parte de los patentamientos (tres de cada cuatro ventas). Allí se observaron las mayores caídas en el primer semestre del año.

Los economistas del Ieral expresan su preocupación por el futuro del sector fabril, y se preguntan si las mejores perspectivas agrícolas, que podrían impulsar la recuperación de las ventas, llegarán a tiempo para evitar una profundización de la crisis en la industria. El clima, los precios, el valor del dólar y otros factores inciertos jugarán un papel determinante en esta coyuntura.

Es importante destacar que la desaceleración en el sector agrícola no solo afecta la producción y venta de maquinaria, sino que también ha impactado en la generación de empleo en ciudades pequeñas y medianas del interior productivo. Anteriormente, el sector agrícola venía incorporando personal a un ritmo cuatro veces superior al promedio de la industria, lo que representa un desafío adicional para la realidad económica de estas regiones.

La incertidumbre prevalece en el horizonte, y será necesario seguir de cerca la evolución del clima y otros factores que puedan influir en la reactivación del sector agrícola y en el fortalecimiento de la industria fabril. Mientras tanto, el campo argentino enfrenta el desafío de superar la adversidad y buscar alternativas para revitalizar su producción y desarrollo.

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