Los cinco cambios clave que reactivan el mercado inmobiliario
El mercado inmobiliario recibió con entusiasmo las nuevas medidas impulsadas por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que apuntan a desburocratizar trámites, proteger la privacidad de los ciudadanos y facilitar operaciones de compraventa, construcción y remodelación de viviendas.
Según explicó Juan Pazo, titular de ARCA, la reforma pone el foco en los grandes evasores y deja de lado el control sobre el consumo diario de los argentinos. “Vamos a dejar de fiscalizar a quien quiere comprar un aire acondicionado o cambiar el piso del baño”, resumió un especialista del sector.

¿Qué cambia y cómo impacta?
- Fin del control sobre compras con tarjeta y billeteras virtuales
Hasta ahora, todas las compras realizadas con estos medios debían ser informadas a ARCA. Con los cambios, ese registro desaparece. Esto es especialmente importante para quienes construyen o remodelan, ya que muchas veces debían justificar compras elevadas de materiales, algo que ahora dejará de ser un obstáculo. - Se elimina el régimen CITI Escribanos
Ya no será obligatorio para los escribanos informar operaciones inmobiliarias por encima de los 10 millones de pesos. Esta medida descomprime la compraventa de inmuebles, tanto nuevos como usados, y agiliza el proceso para compradores y vendedores. - No más reportes por pago de expensas
Las administradoras de consorcios ya no tendrán que informar a ARCA los pagos de expensas que superaban los $32.000. Esto elimina un riesgo burocrático para propietarios, que podían ser observados simplemente por mantener un inmueble en condiciones. - Desaparece la obligación del COTI
Los vendedores y agentes inmobiliarios dejarán de tener que declarar ante ARCA la publicación de una propiedad. Esto evita sospechas infundadas sobre operaciones que quizás nunca lleguen a concretarse. - Se dejan de informar consumos de servicios
Las empresas proveedoras de agua, luz, gas y telefonía ya no estarán obligadas a reportar cuánto consume cada persona. Esta medida reduce el monitoreo permanente y protege la privacidad de propietarios, inquilinos e inversores.

Un nuevo aire para el ladrillo
Especialistas del sector aseguran que estas medidas no solo reducen la carga burocrática y los riesgos para los usuarios, sino que también pueden convertirse en un impulso para la compraventa, la inversión y la construcción.
“Se crea un clima más amigable para quienes quieren proyectar a largo plazo. Estas decisiones recuperan la lógica y la confianza”, afirmaron desde una cámara inmobiliaria.
Además, estos cambios forman parte del llamado Plan de Reparación Histórica de los Ahorros, que busca impulsar nuevas herramientas para facilitar el acceso a la vivienda sin suponer que hay dinero ilícito detrás de cada operación.
Fuente: Informeconstrucción.com