El ex ministro Julián Domínguez advirtió por el significativo impacto que el cambio climático tiene en el sector productivo
En una entrevista con Radio Panorama, Julián Domínguez, ex ministro de Agricultura de la Nación, puso de manifiesto la urgente preocupación acerca del impacto del cambio climático en el sector productivo de Argentina. Destacó además la importancia de enfrentar este desafío y abordarlo con medidas concretas.
Señaló que el cambio climático es una realidad innegable que ya ha empezado a afectar significativamente al país. Hizo hincapié en que la peor sequía del siglo, que llevó a la pérdida de millones de ingresos por exportaciones, fue un claro indicio de la amenaza que representa este fenómeno para la economía argentina.
También destacó que si no se produjo un estallido social en medio de esta crisis climática, se debió en gran medida a la intervención del Estado, que implementó políticas de contención para ayudar a los productores a mantenerse a flote.
El exministro resaltó una importante división de opiniones en la sociedad, entre quienes consideran que el cambio climático es un problema político y quienes, como él, creen que es esencial prepararse con inversiones en obras de infraestructura para retener y aprovechar el agua de manera sostenible.
“Argentina tiene el potencial de expandir su frontera agrícola, pero esto solo será posible si se implementa una política de infraestructura adecuada para las áreas productivas”, subrayó Domínguez destacando la necesidad de financiar -entre otras cosas- obras de riego. Finalmente, añadió que el crecimiento de la población mundial ha generado una demanda global de alimentos, y Argentina podría beneficiarse de esta demanda si está preparada para hacerlo.
Finalmente, de cara a las elecciones presidenciales que tendrán lugar este domingo, consideró que el candidato de Unión por la Patria Sergio Massa, es quien “convoca a la unidad nacional de todos los argentinos” y puso de relieve que en el país “no se puede gobernar sin un pacto social por su diversidad cultural y productiva y por la necesidad de que cada uno pueda verse reflejado en un gobierno común donde las expectativas, los negocios y la identidad sean puestas en función de un destino común”.