Las energías verdes crecen un 40% más rápido de lo previsto por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para 2023 y 2024 en Europa. La solar fotovoltaica y la eólica lideran este aumento. Esto ha llevado a un ahorro de 100.000 millones de euros para los consumidores europeos entre 2021 y 2023 debido a la reducción del consumo de combustibles fósiles.
La crisis energética generada por la invasión rusa de Ucrania ha impulsado la aceleración de las energías renovables en la Unión Europea, reduciendo la dependencia del gas ruso. Si no se hubiera acelerado la implementación de nuevas instalaciones renovables, el precio de la electricidad en el mercado mayorista habría sido un 8% mayor en 2022, según la AIE.
La revisión al alza de las previsiones de nuevas instalaciones renovables se debe a las “medidas políticas” adoptadas por la mayoría de los países europeos. La solar fotovoltaica es la principal razón de este ajuste, impulsada por el aumento generalizado del precio de la luz, lo que la hace más atractiva financieramente, y el creciente apoyo en mercados clave como Alemania, Italia y Países Bajos.
El impulso de las energías verdes es un fenómeno global, y se prevé un crecimiento de un tercio en este año, impulsado por los altos precios de los combustibles fósiles. Para 2024, se espera una potencia instalada de 4500 gigavatios (GW), equivalente a la capacidad conjunta de generación de Estados Unidos y China. China lidera el camino con el 55% de la capacidad renovable que se añadirá en el mundo durante este y el próximo año.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, enfatiza la importancia de abordar los retos clave para lograr un mayor crecimiento, como adaptar las políticas a las condiciones del mercado y mejorar y ampliar las redes eléctricas. La Comisión Europea ha pedido a España que refuerce su red para absorber la nueva potencia renovable que se espera en los próximos años.
El suministro de componentes clave para la instalación de energía fotovoltaica y eólica también es un reto, pero la AIE prevé una mayor tranquilidad en este aspecto, ya que se espera un aumento significativo en la capacidad de producción de paneles solares y aerogeneradores para satisfacer la demanda prevista.
En general, las tendencias indican que para 2030, el mundo tendrá suficiente capacidad para satisfacer la demanda de energía fotovoltaica, incluso en el escenario de cero emisiones netas en 2050, y la capacidad de producción de energía eólica aumentará en un 70% anual.
